domingo, 15 de agosto de 2010

NO HICE NI DEJO HACER.. TEMAS DE INTERES NACIONAL QUE NO INTENTARON SOLUCIONAR LAS FUERZAS POLITICAS PANAMEÑAS QUE GOBERNARON LOS ULTIMOS 30 AÑOS

No hice ni dejo hacer
Héctor Aparicio
opinion@prensa.com
La voluntad es la capacidad que tenemos los seres humanos de hacer cosas de manera intencionada, por encima de las dificultades, contratiempos y los estados de ánimo. Repito: por encima de las dificultades, contratiempos y los estados de ánimo.

Recordemos cuándo fue la última vez que notamos sincera voluntad en la resolución de temas como seguridad, reforma del transporte y educación (necesarias estas hace más de 20 años). El control de las calles, el tránsito y las violentas formas de protestar que históricamente han agobiado la tranquilidad de la ciudadanía. Estamos acostumbrados a vivir sin orden y erradicarlo nos parece imposible.

El contagio de los prejuicios por razones politiqueras hace que prime la dificultad de cambiar este escenario. Vivimos con miedo, cotidianamente somos golpeados por tranques innecesarios, vandalismos y actos violentos que preocupantemente nos anestesian y acostumbran a vivir así. Si tuviésemos mejor educación, que por miedo a las huelgas de educadores no se reformó hace más de 20 años, reinaría el pensamiento crítico no las pasiones; tendríamos mentes más ordenadas y menos influenciables por lo mediático; hijos más conscientes, mejores ciudadanos y en consecuencia, mejores gobernantes.

Cada día es más que evidente que el enfoque o estilo de atacar el problema no funcionó, que los tiempos cambiaron y que los sistemas colapsaron. La comodidad que le genera a un gobernante mirar hacia un lado y olvidar, garantizó siempre éxitos en su gobernabilidad. Estuvimos cinco años probando un estilo en el que se consultó mucho y se hizo poco. Con respecto al transporte, solo queda el recuerdo de meses perdidos en consultas para analizar qué sistema se implementaría. Hoy la foto del transmilenium solo sirve para decorar las placas de circulación automotriz.

En materia de seguridad solo recordamos a los ministros que no estuvieron a la altura de los conflictos, mientras existían asesinos en serie del extranjero burlando totalmente a la autoridad. Ojalá no sigan apareciendo más extranjeros wild en nuestro país. En materia educativa, se olvidó la reforma considerada hoy como urgente por la mayoría. En las palabras del padre de la actual oposición, “... Empujen, pero no se desboquen. Critiquen, pero no destruyan. Protesten, pero no conspiren...”, concluyo que solo nos queda esperar. Medir por resultados esta gestión gubernamental a su debido tiempo.

De otra forma, estaríamos dando resistencia antes de tiempo a los intentos de erradicar problemas que nunca se solucionaron.

En el fondo del histórico agite entre gremios, partidos de gobierno, oposición y medios de comunicación (que también son un poder) están en juego nuestros anhelos como sociedad civil. Y esto es lo que como ciudadanos debemos defender.

PARTICIPACION CIUDADANA CONSTRUCTIVA... ANALISIS DE LO QUE SIGNIFICA PARA EL AUTOR SOCIEDAD CIVIL CONSTRUCTIVA

DE LA PALABRA A LA ACCIÓN

Participación ciudadana constructiva
Héctor Aparicio Jr.
opinion@prensa.com
Con este artículo, pretendo reflexionar en torno a los conceptos de participación ciudadana y de sociedad civil, así como sobre sus posibilidades de realización y puesta en práctica dentro de Panamá.

En primer lugar, es mi intención que reflexionemos y hagamos una aproximación al concepto de “participación”, centrándonos en dos de sus manifestaciones más importantes: los movimientos sociales y el asociacionismo. De esta forma podremos continuar analizando los requisitos que involucran la participación, su justificación y sus objetivos.

¿Por qué y para qué nos asociamos?

La palabra “socio”, viene del latín socius (compañero), de ahí derivan también las palabras asociar, (que no es más que juntar personas para realizar un trabajo), asociado, (persona que ayuda a cumplir las metas) y consocio, (el socio del socio).

El resurgimiento de la participación ciudadana en la opinión pública es un fenómeno interesante y necesario ya que contribuye a concienciar sobre la necesidad y responsabilidad que todos tenemos para modificar nuestro país.

Dicho fenómeno ha contribuido a que se “quite el polvo” y salgan “a la luz” antiguos esquemas de participación ciudadana no constructivos, que hoy en día sólo sirven para ejercer resistencia sin dejar avanzar cualquier intento de desarrollo en temas como la educación, salud, trabajo y seguridad.

Cuando los noticieros difunden estos antiguos esquemas tratando de “revolver el río violentamente” puedo notar el total desenfoque de los objetivos para los cuales se asociaron inicialmente, y el mal ejemplo que están ofreciendo a la sociedad. También queda claro la falta de espacio que tienen los grupos que realmente están cumpliendo su labor con aportes constructivos.

Lo expresado anteriormente me motivó a investigar y a sacar mis propias conclusiones acerca de la participación ciudadana. Con optimismo encontré asociaciones de jóvenes artistas organizando festivales y llevando cultura y sano entretenimiento a pueblos del interior; fundaciones que trabajan contra la desnutrición; clubes de fomento a la ética, el estudio y la moral; movimientos de educación no formal como el movimiento scout entre otros. También pude percatarme de la existencia en Panamá de un sinnúmero de buenos ciudadanos que hoy en día están asociados trabajando por el bien común, entregando aportes concretos a nuestra sociedad.

Con orgullo puedo decir que hay asociaciones civiles que desde el silencio generan grandes impactos. Indagando sobre la operatividad de estos grupos descubrí que, si bien los recursos económicos siempre salen de uno o más bolsillos (individuos, empresa privada y sector gubernamental), hay una mayor dificultad en el reclutamiento de los recursos humanos dispuestos a construir.

Quiero hacer hincapié en la importancia y necesidad que implica el involucrarnos en algún tipo de trabajo social. Además de donar dinero, es necesario donar tiempo. Estamos frente a una buena oportunidad para dejar de quejarnos, romper con la apatía y pasar de la palabra a la acción.

Áreas de trabajo como la educación informal, la cultura, el fomento del trabajo y la ética, la niñez, el hambre, la drogadicción y el alcoholismo son asuntos que estarán siempre esperando por tu aporte.

Opciones sobran, buscando encontrarás y te involucrarás.

DE PANDILLAS DELICTIVAS A CONSTRUCTIVAS... UN ANALISIS DEL TEMA PANDILLERISMO Y UN METODO PROBADO PARA SU SOLUCION

De pandillas delictivas a constructivas

Enviado el Viernes, 05 marzo a las 16:01:48 por admin

Richy escribió "
Me gustaría compartir con la comunidad general artículo publicado en la sección de Opinión del diario LA PRENSA del 4 de marzo de 2010; autor: Héctor Aparicio Jr.

DE PANDILLAS DELICTIVAS A CONSTRUCTIVAS

Panamá padece una enfermedad social, que se puede controlar con seguridad, pero no tiene cura inmediata. La mayoría de los problemas sociales tienen su origen en la familia, por ser ésta la base de la sociedad y el primer entorno donde se desarrolla el individuo.


La creación de grupos en los que los jóvenes buscan sentirse identificados y en los que se tiene como objetivo generar aspiraciones colectivas, no es un fenómeno social nuevo, y se manifiesta en todos los niveles sociales. Recuerdo cómo, en mis tiempos de secundaria, tanto en colegios públicos como privados era normal la formación de clanes de afinidad a los cuales se les otorgaba diferentes nombres.


Se sentía una necesidad de pertenencia y cada quien se agrupaba y se relacionaba con aquellos jóvenes con los que tenía mayor afinidad y con los que mejor se desenvolvía.


Los adolescentes y jóvenes violentos no adquieren dichas actitudes disociadoras y antisociales dentro de las pandillas, sino que es allí donde practican, desarrollan, perfeccionan y repiten las conductas que aprenden en sus hogares. Los jóvenes descargan lo que ya traen consigo en sus mochilas.


En algunos medios de comunicación he escuchado mencionar la urgencia de una reforma educativa. Considero que cada día se hace más necesaria llevarla a cabo, pero diseñarla e implementarla con todas las partes de acuerdo, puede tomar tiempo. Tiempo que hoy es oro para atender a una niñez que crece con mayor acceso a la información que en las décadas pasadas. Hablo de atender preventivamente a la nueva semilla, que no es más que esa niñez panameña: los ciudadanos del futuro.


Una de las alternativas para erradicar esta problemática social es un método probado que surge a principios del siglo XX y que se utilizó en Inglaterra con una gran eficacia para combatir la delincuencia. Dicho método es el conocido Movimiento Scout, ideado por Lord Baden Powell, que busca el desarrollo físico, espiritual y mental de los jóvenes con el fin de constituirlos en “buenos ciudadanos”.


En todo Panamá hay cerca de 29 grupos que realizan actividades al aire libre y servicio comunitario, con el objeto de formar el carácter y enseñar, de forma práctica, los valores humanos de los jóvenes. El método Scout induce al joven al autoaprendizaje dentro del marco simbólico y operativo de la naturaleza. También enseña al niño sus reglas morales y su autodeterminación, usando el juego como herramienta educativa bajo la vigilancia de mayores.


Por ser un método práctico, es contrario a la formación académica teórica y, a su vez, es uno de sus mejores complementos. En el caso de los niños de siete a 11 años, se toma como base de su sistema educativo el “lobatismo”, con agrupaciones donde se genera un ambiente de familia feliz. Como segunda etapa, el “sistema de patrullas”, el cual consta de pequeñas “pandillas” de amigos entre los 11 y 14 años. Siendo ésta una de las etapas más difíciles de la vida, se le propone al adolescente una sociedad a su medida.


Una sociedad donde se sentirá incluido con fines accesibles, con un método apropiado y con unas actividades que democráticamente deciden a su gusto. Y en la etapa final de formación están los Rovers: jóvenes de 16 a 21 años que desarrollan sus actividades en un ambiente de compromiso y solidaridad. Dentro de sus actividades están: el debate de ideas sobre los retos del mundo actual, la preparación que deben tener para ellos y el diseño de su proyecto personal de vida.


Viéndolo de esta manera, el Movimiento Scout tiene mucho que aportar en la prevención del pandillerismo en Panamá. Es por ello que exhorto a todos los interesados en esta problemática social a prestar atención a esta poderosa herramienta pedagógica que puede adelantarse y frenar un futuro problema y contribuir a la formación de grupos o pandillas constructivas.


Tomado de prensa.com

PANAMA Y SU PUBERTAD POLITICA ... ARTICULO DE ANALISIS PREVIO A LA CONTIENDA ELECTORAL 2009

Panamá y su pubertad política
Héctor Aparicio Jr.
opinion@prensa.com
Pareciera que el país avanza hacia una dirección que algunos anhelan y otros critican. Si bien tenemos cifras y testimonios que favorecen nuestra fama de país en crecimiento, las consecuencias de ese crecimiento, son el “supuesto” retroceso de otros aspectos necesarios en nuestra sociedad. ¿Cuánta verdad hay en esto? La pubertad es el proceso de cambios físicos en el cual el cuerpo de un niño se convierte adolescente. Especialistas consideran este proceso complejo, por el hecho de ser una etapa que conlleva muchos cambios.

Panamá debe ser visto como a ese niño en pubertad, y el Estado debe ser visto como el padre del niño, el cual toma decisiones prematuras e incide directamente en su futura etapa de crecimiento. Es evidente que ante todo cambio debe existir un proceso de maduración, el cual debe ser acompañado por la guía de buenos padres.

Como sociedad hemos tenido padres que educan, que mienten, padres ausentes, que construyen y también que abusaron de su poder y destruyeron. Por eso, en la actualidad somos hijos que desconocemos nuestro rumbo. Hemos dejado de sentirnos identificados con el rumbo, precisamente porque es indefinido.

Si hacemos un balance del desarrollo de Panamá, el resultado se inclinaría más a un crecimiento de infraestructura y a necesidades individuales inmediatas, en lugar del desarrollo y evolución del individuo como ciudadano. El desarrollo al cual me refiero, es un elemento fundamental para la construcción de una “sociedad” segura.

Debemos usar el pasado como referencia, y saber qué o a quiénes queremos rescatar de él, para avanzar. ¿Cómo pasar la página, si la historia es reciente y muchos actores aún participan de la vida pública? Escogiendo bien a nuestros nuevos padres, quienes deben demostrar en su madurez política, nuevas ideas, como así también, ejemplos de prudencia y templanza. Padres que proyecten el desarrollo de sus hijos a largo plazo para que ellos puedan ser mejores padres cuando les toque su turno.

¿Existen realmente estos padres? Seguramente sí. Lo importante es no buscarlos en matrimonios fracturados o fragmentados. No debemos dejarnos seducir por palabras bonitas, o por promesas de ayuda cortoplacistas. Debemos pensar como panameños, no como partidarios, debemos pensar qué es lo que queremos a largo plazo, escuchar propuestas y evaluar cómo nos sentiríamos con esos padres a largo plazo. Es una buena manera de comprender nuestra responsabilidad ante el sufragio, de evaluar cuántas veces nos equivocamos al emitir un voto por partidismo o cuándo votamos a la persona adecuada para el momento adecuado.

En la contienda electoral de 2009, es necesario apostar al progreso, que se basa en el desarrollo del comercio, la educación y la cultura, como garantías. No fanatizarse por colores políticos, ni por disputas personales, ya que muchas veces jugadores de todo tipo se ponen una camiseta y se disfrazan. A la hora de gobernar, el fanatismo partidario no sirve para otra cosa, que para perder el tiempo, alimentar los egos y acrecentar la “histórica discordia”, que siempre alejó a nuestra sociedad.

Hay que confiar en “proyectos” consistentes, en donde todas las personas asimilen el avance o retroceso logrado, como ciudadanos y como miembros de los colectivos políticos.